sábado, 27 de junio de 2015

La ciencia: ¿Ha vencido a la Biblia? Parte 2

Continuamos analizando la publicación de los Testigos de Jehová sobre la Biblia y la ciencia. 
(Ver parte 1)

Hechos científicamente probados y la Biblia

Dicen los Testigos de Jehová:
"La Biblia no es un libro científico. Sin embargo, contiene afirmaciones exactas sobre asuntos que podrían interesar a los científicos de hoy. He aquí algunos ejemplos.
Edad del universo y de la Tierra
Los científicos calculan que la Tierra tiene unos 4.000 millones de años y que el origen del universo tuvo lugar entre 13.000 y 14.000 millones de años atrás. La Biblia no pone fecha al origen del universo. Tampoco dice en ninguna parte que la Tierra solo tenga unos pocos miles de años. El primer versículo de la Biblia dice sencillamente: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Así, abre la puerta para que los científicos determinen la edad del universo y la Tierra utilizando leyes y principios probados."

La geocronología es una parte esencial de la geología
y sus métodos cada vez son más precisas. Ninguna de ellas apunta
a que la Tierra tiene seis mil años.
Foto: Sernageomin
"La Biblia contiene afirmaciones exactas", en realidad no. La confiabilidad de las explicaciones científicas está dada por la forma como son acordes con los hechos y tiene un fuerte componente matemático. Lejos está la Biblia de ofrecer explicaciones con la rigurosidad propia de la ciencia. He aquí una mentira de los testigos.

"Asi, [La Biblia] abre la puerta para que los científicos determinen la edad del Universo y la Tierra". ¿Perdón? La ciencia no necesita que la Biblia, el Corán o el libro Dianética le abra o le cierre la puerta. En otras palabras, lo que le dicen los testigos al lector es que hay campos que la ciencia puede investigar y otros que no según contradigan o no a la Biblia. Esto es absurdo. 


Encontramos también un ejemplo de aceptación acrítica de las ideas. Si un testigo de Jehová hubiese sido adoctrinado entre los adventistas o los bautistas no aceptaría que la Tierra tenga millones de años. Tan solo seis mil años. La razón es que la Biblia no abre la puerta a esta posibilidad. ¡El mismo argumento de los Testigos de Jehová! Lo que sucede es que los directivos de los Testigos, denominados "El Cuerpo Gobernante" dijo que cada uno día de los días de la creación mítica se puede interpretar como largos períodos de tiempo. 

En otro artículo de los Testigos (Marzo de 2014) se dice:
Cada uno de los seis días creativos de Génesis pudo haber durado miles de años.
Cuando comenzó el primer día, Dios ya había creado el universo y la Tierra.
Todo parece indicar que los seis días creativos fueron largos períodos de tiempo durante los que Jehová preparó nuestro planeta para ser habitado por el ser humano.
Dejaremos lo de "preparar la Tierra para el ser humano" para más adelante. No obstante nótese que detrás de la argumentación religiosa está la fe en lo que dicen o interpretar sus líderes religiosos. No en vano llaman a sus líderes pastores y los conversos en ovejas rescatadas. Bien lo expresó Nathan Homer Knorr, presidente de los Testigos de Jehová de 1942 - 1988:
“Hermanos, pueden argumentar lo que quieran, pero cuando alguna cosa llega al sexto piso (de la sede central en Nueva York.), es verdad”.
Curiosamente otros creyentes se oponen con Biblia en mano a que se acepte que la Tierra tiene más de seis mil años. Por ejemplo la señora Elena G. de White cofundadora de otra religión milenarista, el adventismo, afirmó:
"Cuán a menudo se revisan o desechan las supuestas deducciones de la ciencia; con qué prontitud se añaden o quitan millones de años al supuesto periodo de desarrollo de la Tierra; y cómo se contradicen las teorías presentadas por diferentes hombres de ciencia; cuándo se considera esto, ¿consentiremos nosotros, por el privilegio de rastrear nuestra ascendencia a través de gérmenes, moluscos y monos, en desechar esa declaración de la Santa Escritura, tan grandiosa en su sencillez, 'y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió'? ¿Desechamos el informe genealógico más magnífico que cualquiera atesorado en las cortes de los reyes: 'hijo de Adán, hijo de Dios'?"  Educación, pág. 126.
Los creacionistas de Tierra joven (que solo admiten seis mil años) y los Creacionistas de Tierra vieja, como los Testigos de Jehová caen en la falacia de autoridad o ad vericundiam. Al depositar sus confianza en su Biblia, sea cual sea su particular interpretación, cierra los ojos a las evidencias. 

La edad de la Tierra la sabemos gracias a técnicas de fechado radiométrico al examinar la descomposición de hafnio 182 en tungsteno 182. Según estos datos la edad de la Tierra es de 4470 ± 1% millones de años. Nos quedamos sin saber las "afirmaciones exactas sobre asuntos que podrían interesar a los científicos de hoy" anunciadas por los Testigos de Jehová.

Continúan los Testigos de Jehová:
Preparación de la Tierra para la vida humana
En el capítulo 1 de Génesis se describe de manera sencilla el proceso de preparación del planeta para la vida y se utiliza el término díapara marcar las diferentes etapas que llevaron a la aparición de los seres humanos. La Biblia no especifica la duración de cada uno de los seis “días”. Los científicos de hoy pueden estudiar lo que ocurrió en esas etapas y calcular su duración. Pero no hay duda de que cada “día” duró mucho más de veinticuatro horas.
Aquí hay dos errores: el primero que la Tierra no fue preparada por un mago celestial para ser habitable, y número dos que la Tierra no fue preparada "para" el ser humano. Analizaremos esto con más detalle.

Imagina que tienes un paquete de arvejas o guisantes y en el piso una superficie en la que hay una zanja pequeña. Lanzas las arvejas al suelo y de todas las que lanzaste, quizá unas 400, algunas quedarán en la zanja. Las arvejas que quedaron allí no fueron preparadas o predestinadas para quedar allí. Simplemente al ser tantas, algunas o alguna tendría la probabilidad de quedar en la zanja.

Algo similar ocurre con los planetas. Existen miles de millones de estrellas, y muchísimos más planetas. Algunos de ellos en su formación quedarían en la denominada zona de habitabilidad. Esta zona es aquella en la que está a la distancia adecuada para contener agua líquida.

Zona de habitabilidad en distancia de su estrella y según el tipo de astro.
Fuente: Chester Harman. Ver: Cosmonoticias.
En nuestro Sistema Solar tres planetas empezaron de manera similar: Venus, Tierra y Marte. Venus terminó siendo un infierno por la densa atmósfera que genera un elevadísimo efecto invernadero, Marte llegó a tener agua líquida, pero su atmósfera delgada y la falta de vulcanismo conspiraron para detener el agua líquida en superficie. Entran en juego también otros factores como la forma de la órbita alrededor del Sol que ha sufrido de "estirones" o "acortamientos" con el tiempo. Todo lo anterior es parte de las muchísimas posibilidades en la historia planetaria.

Contamos la historia porque somos, por ahora, el único planeta conocido en el que las condiciones fisicoquímicas para la vida se dieron. De no haberse dado nadie hablaría del presunto hogar creado para los humanos.

La segunda afirmación de los Testigos - y creacionistas en general- es que la Tierra fue hecha para el ser humano. Una revisión a la historia de la vida nos muestra que esto no es cierto.

De los 4.470 millones que tiene la Tierra, hubo que "esperar" casi mil millones de años para las primeras formas de vida. Que en su forma celular fueron bacterias. De hecho este planeta, más que de los humanos siempre ha sido de las bacterias. Los humanos somos unos recién llegados, que no tenemos siquiera un millón de años. Tan solo medio millón.

La historia de la vida no es la de la saga que debía culminar con los seres humanos. Por el camino hubo cinco grandes extinciones masivas que cambiaron bruscamente el curso de los acontecimientos. 

Hace unos 530 millones de años los mares de la Tierra contenían representantes de los principales grandes grupos de animales (Phylum). Entre ellos estaba nuestro grupo, el de los cordados. Pero no se trataba de inteligentes delfines, veloces peces espada o ágiles pingüinos. Se trataba de un pequeño animalito, parecido a un gusano, de unos cinco centímetros de longitud al que se ha denominado Pikaia gracilens. Este era uno de los representantes de los cordados (animales con notocorda, cordón nervioso dorsal, hendiduras faringeas y cola postanal). Si estos cordados hubiesen desaparecido de la Tierra, como ocurrió, con otros grupos presentes en ese momento, nunca habríamos estado los humanos en el planeta. Como lo cuenta el paleontólogo Stephen Jay Gould:
"Si Pikaia no sobrevive (…), somos barridos de la historia futura: todos nosotros, desde el tiburón al petirrojo y al orangután (…). Y así, si usted quiere formular la pregunta de todos los tiempos (¿por qué existen los seres humanos?), una parte principal de la respuesta (…) debe ser: «Porque Pikaia sobrevivió a la diezmación de Burgess Shale». Esta respuesta no menciona ni una sola ley de la naturaleza; no incorpora afirmación alguna sobre rutas evolutivas previsibles, ningún cálculo de probabilidades basado en reglas generales de anatomía o de ecología. La supervivencia de Pikaia fue una contingencia de la «simple historia». No creo que se pueda dar una respuesta «superior», y no puedo imaginar que ninguna resolución pueda ser más fascinante. Somos la progenie de la historia, y debemos establecer nuestros propios caminos en el más diverso e interesante de los universos concebibles: un universo indiferente a nuestro sufrimiento y que, por lo tanto, nos ofrece la máxima libertad para prosperar, o para fracasar, de la manera que nosotros mismos elijamos” La vida maravillosa. 
Entre hace unos 7 y 5 millones de años el clima en la Tierra cambió, y las selvas densas que cubrían el África dieron paso a las sábanas. En ese ambiente un grupo de homínidos que podían desplazarse en campo abierto estuvieron bajo fuertes presiones de selección y darían origen al género humano tan solo hace dos millones de años. ¿Qué causó el cambio de clima? No lo fue el soplo de Jehová o de Thor, fue la formación de casquetes de hielo sobre la Antártida, el cambio de las corrientes marinas y esto a su vez fue fruto del movimiento de las placas de corteza terrestre en su deriva sobre el manto y el cambio de forma de la órbita terrestre. Todos ellos eventos naturales, pero que tuvieron hondo impacto en la vida sobre la Tierra. De no haberse dado esos cambios sobre el clima africano y este siguiese teniendo densas selvas húmedas desde el Atlántico hasta el Índico, nuestra familia homínida estaría solo compuesta por grandes simios.

El colmo del creacionismo es la negación o la ignorancia de los datos, pero su fortaleza para arraigarse está en el deseo humano de querer sentirnos especiales. De hecho somos organismos muy especiales, pero mentiríamos si decimos que el mundo se hizo para nosotros.

Si un dios hubiese creado la Tierra con el exclusivo propósito de que fuera para los humanos ¿para qué dejarla más de cien millones de años dominada por dinosaurios? ¿Quería dios entretenerse con la lucha por la supervivencia? ¿Por qué los vaivenes de las cinco grandes extinciones y los linajes que se extinguieron sin dejar descendencia? Esta misma duda la expresaba la activista atea Greta Christina:
"Si dios fuera lo suficientemente potente como para retocar mágicamente con el proceso de la evolución, de manera totalmente indistinguibles las causas de los efectos naturales por qué no iba a ser lo suficientemente potente como para hacer llegar a la humanidad a la existencia de un "zumbido"? Si dios fuera lo suficientemente inteligente como para saber con precisión cómo configurar los parámetros de la existencia para que miles de millones de años más tarde se desarrollase en vida humana consciente - por qué no sería lo suficientemente inteligente como para hacerlo de una manera que evitase la ineficiencia, los horribles procesos violentos a través de los cuales la evolución se ha desarrollado y se continúa desarrollándose?"
Modelo hinduista del mundo.
Una tierra plana se apoya en cuatro elefantes, que a su
vez se apoyan en una tortuga.
Volvamos a la revista Atalaya y las presuntas declaraciones bíblicas que verifican su veracidad en ciencia:
La fuerza que sostiene la Tierra
La Biblia dice que la Tierra está suspendida en el espacio (Job 26:7). No menciona nada parecido a los populares mitos de la antigüedad que decían que el planeta descansaba sobre los hombros de un gigante o sobre unos elefantes apoyados en una enorme tortuga. Fueron los científicos quienes averiguaron cómo se sostiene la Tierra. Nicolás Copérnico y Johannes Kepler plantearon que los planetas giran alrededor del Sol llevados por una fuerza invisible. Unas décadas más tarde, Isaac Newton demostró que la gravedad controla el movimiento de los objetos en el espacio.
Este es el mundo según la Biblia.
Medias verdades y ocultamiento de datos claves. 

El texto de Job dice que la Tierra cuelga sobre la nada. Aunque esta "nada" difícilmente es lo que entendemos ahora por espacio, que a su vez está enlazado con el tiempo. Es cierto que los hebreos no creían que la Tierra reposara en los hombros de Atlas o sobre cuatro elefantes que a su vez se posan sobre una tortuga, como los hindúes, el modelo bíblico dista de ser científicamente correcto. 


Olvidan los testigos de Jehová que Copérnico no publicó su obra "Sobre el movimiento de las esferas celestiales" en vida, justamente porque sabía que el modelo heliocéntrico le valdría grandes conflictos con la Iglesia por ser contrario a la Biblia. 

La Tierra, según la Biblia, es un disco plano, en el Apocalipsis ya se muestra plana como una tabla de mese con cuatro ángulos, sobre las aguas "del abismo" con una cúpula con las estrellas allí incrustadas y más agua sobre esta. (Ver imagen). La Tierra para la Biblia está inmóvil y el Sol, la Luna y las estrellas se mueven alrededor de ella. 

En el mítico milagro en el que el dios Jehová detiene el Sol para facilitar una masacre de los israelitas se cuenta que:
"El día en que Dios les dio la victoria sobre los amorreos, Josué oró a Dios, y delante de todos los israelitas exclamó: «Sol, no te muevas; quédate en Gabaón. y tú, luna, espera en el valle de Aialón." Josué 10: 12
  Más sobre el movimiento del Sol alrededor de la Tierra:
"Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el Sol; Y éste, como esposo que sale de su tálamo. Se alegra cual gigante para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor."  Salmo 19: 4-6
"El sol sale y el sol se pone, a su lugar se apresura, y de allí vuelve a salir". Eclesiastes 1:5
 ¿Y qué decir de la historia en la que Satanás lleva a un monte muy alto a Jesús y le muestra todos los reinos de la Tierra? Algo que el autor creyó probable en un mundo plano, porque por más alto que fuese el monte en un mundo esférico sería imposible. 
"Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,La Tierra con abismos de agua bajo ella" Mateo 4:8.
Sobre la inmovilidad de la Tierra se puede leer:
"Pusiste la tierra sobre sus bases para que nunca se mueva de su lugar." Salmo 104: "Cuando tiembla la tierra, con todos sus habitantes,soy yo quien mantiene firmes sus bases." Salmo 75: 3
"Temblad ante su presencia, toda la tierra; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible". 1 de Crónicas 16: 30
La Tierra plana y con cuatro ángulos:
"Y después de estas cosas vi cuatro ángeles que estaban sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento sobre la tierra, ni sobre la mar, ni sobre ningún árbol."
La Tierra como un disco con aguas debajo de este:
"Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo;
Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento;
Cuando establecía los cimientos de la tierra."  Proverbios 8: 27-29.
"Porque él [Jehová] la cimentó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos." Salmo 24:2
"Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia". Salmo 136: 6
Así pues que son muchísimas más las cosas en las que el modelo bíblico del mundo yerra, que en las que acierta. Los testigos de Jehová, hábilmente muestran un texto, pero ocultan los otros. 

Volvamos con la publicación de los Testigos de Jehová:
Higiene y sanidad
El libro bíblico de Levítico contiene algunas instrucciones que recibieron los israelitas para evitar epidemias, como poner a los enfermos en cuarentena. Además, la ley de Deuteronomio 23: 12-13 ordenaba a los israelitas salir del campamento para hacer sus necesidades y enterrar los excrementos. Hace tan solo doscientos años que los científicos y médicos comenzaron a adoptar prácticas como estas.
No se se necesita a un dios omnisapiente para saber que el olor a mierda es desagradable. La norma de Deuteronomio no muestra ninguna exclusividad de los hebreos. Los olores en descomposición y al del excremento nos generan repulsión, porque la selección natural ha favorecido a aquellos organismos que tenían tales ascos. Aquellos que no lo tuvieron hace mucho rato murieron por infecciones. 

La medida de la cuarentena no fue exclusiva de los hebreos. Pero lo que en verdad muestra que no había ningún dios omnisapiente detrás de la Biblia o de cualquier pueblo que pretendiese llamarse elegido es la manera de tratar la lepra en Levítico 13.
 Habló Jehová a Moisés y a Aarón.... Lev 13:1
Para que después los testigos no digan que esto no lo dijo su deidad o que es "metafórico".
"Cuando el hombre tuviere en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su cuerpo como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote o a uno de sus hijos los sacerdotes.
Hombre con lepra. Las instrucciones del dios
Jehová en la Biblia no son eficaces contra la lepra.
Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo.
Y si en la piel de su cuerpo hubiere mancha blanca, pero que no pareciere más profunda que la piel, ni el pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.
Y al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga conserva el mismo aspecto, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote le volverá a encerrar por otros siete días.
Y al séptimo día el sacerdote le reconocerá de nuevo; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no ha cundido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio: era erupción; y lavará sus vestidos, y será limpio.
 Lev 13: 2-7
¿Y cuál es el tratamiento? ¿Sólo diagnosticar, encerrar y declarar inmundo? ¿Cómo es posible que el presunto creador del Universo no dijo nada sobre la bacteria que la causa, sobre antibioticos y medidas efectivas? Puede seguir leyendo el capítulo 13 y no encontrará nada de valor.

¿Este es el libro que pretenden que no ha sido derrotado por la ciencia? ¿Y este el dios que quieren que adoremos?

Concluyen los testigos:
"Toda esta información fue escrita hace muchos siglos. ¿Cómo supieron esto los escritores de la Biblia, cuando los más cultos de su tiempo lo ignoraban? Dios, el autor de la Biblia, responde: “Como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes” (Isáias  55:9).
No sabían nada y no se los reveló dios alguno. Los autores de la Biblia sabían muy poco aparte de criar cabras y camellos y atacarse como cualquier otro pueblo de la época. Rezaban a su dios Yavhé al igual que sus vecinos a Baal, y ambos eran y son  igual de inexistentes e ineficaces. La palabra de Jehová no sirvió para curar la lepra, ni para describir el mundo que supuestamente creó. ¡Ahora nos vienen con este libro a decir que no tenemos que aceptar transfusiones de sangre, que el mundo está por acabar en un Armagedón y por eso debemos salir a dedicar nuestro tiempo a ayudar a crecer el negocio editorial de la Watch Tower y preferiblemente no seguir una carrera universitaria! ¡Pues no! La Biblia sirve solo como literatura del pasado, al igual que el Popol Vuh o la Odisea, aunque admito que esta última tiene mucho más valor literario. En conclusión la ciencia si venció a la Biblia. 

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